Q POLVO ECHAN

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lunes, 8 de febrero de 2010

Capitulo 35




Es domingo, Emilio busca temprano a Humberto. Los fines de semana, Emilio se la pasa prácticamente en casa de Humberto. Come con ellos. Pasa todo el día al lado de su chico.
--aún no se ha levantado le dice la madre.
--Habíamos quedado temprano
--Pasa tú mismo despiértalo
Emilio entra en la habitación de su chico que aún duerme. Lo despierta con un dulce beso. Humberto lo mira con cara de sueño pero le sonríe:
--espérame abajo le dice.
Tarda un rato. Emilio lo está esperando en el sofá. Teme que en cualquier momento salga Marcos. Le inquieta verlo. De repente una flor del jardín aparece por su espalda. Tras ella Humberto recién duchado. Los dos se besan felices. Humberto se toma un vaso de leche con galletas.
--come tú también le obliga a Emilio.
Luego suben a la habitación.
Humberto cumple con su amenaza y ese domingo tiene preparada para ver Casablanca.
--ya verás como te va a gustar
Marcos se mete en medio:
--seguro Es una peli de maricones
A Emilio le sorprende el comentario.
--pero ¿¿qué dices? Humberto.
Pero Marcos defiende su teoría:
--si, sí maricones fíjate que en la última escena el protagonista está con un hombre y los dos de espaldas ¿porqué crees que es eso? dice burlón.
--¡eres un bestia¡ --Humberto.
--pero qué dices esta cosa murmura Emilio a Humberto.
Humberto toma de la mano a su chico:
--No le hagas caso
Van hacia el dormitorio. Emilio siente que la mirada de Marcos lo penetra. Se gira y ahí está Marcos mirándolo lascivamente. Emilio se sofoca. Mira hacia delante. Marcos se queda riendo.
--Esta putita cae cuando a mí me dé la gana
Le suena su celular. Es Carolina. Se muestra tierno con ella.
--mi amor justo ahora pensaba en ti

Viendo la película, a Emilio le cuesta no quedarse dormido. No es que la película le parezca mal pero no entiende la manía de su chico por las películas antiguas.
--la próxima vez vemos las que tú quieras dice Humberto cariñoso.
--Yo es que no soy muy de películas
Se quedan un buen rato abrazados y besándose. Hablan quiere aprovechar unos días festivos al comienzo de diciembre para ir los dos juntos de acampada.
--Nunca he ido de vacaciones --Emilio.
--verás como te gusta Serán los días más felices de nuestra vida
Se van besándose y revolcándose. Humberto está ardiendo. Desea hacer el amor con Emilio pero no le dice nada. Ni le insinúa nada porque si le pide sexo oral lo hará con cara de ¡quiero completo¡ y no desea que Emilio se moleste. Emilio le ve las ganas en los ojos y en el creciente bulto de los jeans. Hacer el amor no pero chupársela sí que le apetece. No le dice nada. Una pícara sonrisa aparece en el rostro de Humberto cuando la mano de Emilio se posa sobre su paquete. Le baja la cremallera, mete la mano dentro y topa con los calzoncillos que esconden un durísimo aparato. Emilio lo agarra con el mismo deseo de siempre (le gusta tener la gorda verga de Humberto entre las manos) y empieza a besar esa arma, acariciarla y chuparla. A Humberto le gusta que Humberto cada vez sea más atrevido, confía que pronto quiera vivir su primera vez con él. Cuando la cara de Humberto le indica que es el momento, Emilio se mete la verga del chico bien a dentro de su garganta para tomar su bebida. Humberto se queda más relajado y tranquilo. Almenos por ese día. Es muy dulce con Emilio. También se la chupa ardientemente. Luego se queda los dos tumbados mirándose. Con la camisa puesta pero sus vergas al descubierto. Se miran, se toman de las manos.
--te amo lo sabes ¿no? Te amo locamente le dice Humberto dulcemente.
Emilio sentencia con la cabeza. Le gustaría poder decirle que él también lo ama pero no le quiere mentir. Aunque sí es sincero cuando dice:
--cada día doy las gracias por la suerte que he tenido al encontrar un chico como tú.
--No tienes porque darlas Soy tan feliz a su lado.
Se abrazan y se besan, se frotan durante un buen rato. Beben el uno del otro. Se quedan un buen rato disfrutando de sus cuerpos. Luego van a una salita del primer piso en donde tiene un minibillar.
--venga, vamos a jugar.
--Huy yo nunca he jugado a eso
--tranquilo a mí se me da muy mal.
Emilio encuentra que lo hace muy bien que claro que comparado con él que es un torpe pero es que es su primera vez. A Humberto le cuesta aguantar la risa. Emilio lo mira se da cuenta que está apunto de darle un ataque de risa pero que hace un esfuerzo para aguantarse.
--¡¡es que si veo que te estás meando de risa no me concentro¡
Humberto pone cara de bueno.
--venga, no pasa nada
Marcos los interrumpe.
--¡tu novio es un inútil en la cama espero que sea mejor¡
Emilio deja el palo. Se queda avergonzado. Humberto se enfrenta a Marcos.
--¡a ti que te pasa ¿¿¿porqué no nos dejas en paz?
Humberto está molesto. Marcos se burla de él.
--No si yo lo digo por él Mejor será que se busque otro porque con lo mal maestro que eres nunca aprenderá a joder Espero que llegue otro más espabilado que tú y le enseñe
Humberto está dispuesto a pelearse con su hermano:
--¡¡Emilio me ama a mí y sólo conmigo se va a estrenar¡
Marcos mira sensualmente a Emilio. Siente que se derrite por él y Marcos se ríe. Mira a su hermano con cierta amenaza, como diciendo:
--eso ya lo veremos
Emilio no se atreve a moverse. Le duele que mientras que Humberto está defendiendo su relación ante Marcos, Emilio se está sintiendo atraído hacia el hermano de su chico. Humberto abraza a Emilio.
--venga vamos a dar una vuelta Así me relajo y me olvido de ese imbécil

Humberto y Emilio están juntos hasta bien entrada en la noche. Luego se conectan, cada uno en su casa, en el Chat. Chatean por largo rato.
-bueno, cari, ya nos vemos mañana Te quiero besos --Humberto.
--hasta mañana ¿te vas ya a dormir?
--sí, estoy rendido.
--buenas noches
Humberto se desconecta. Emilio se tumba en la cama. Sonríe.
--Novio tengo novio
Nunca pensó que el amor tocaría a su puerta, que alguien lo iba a querer como lo quiere Humberto. Le pone triste pensar en David y le angustia pensar en Marcos. Se tapa con la almohada:
--Humberto es el hombre al que tengo que amar De él me voy a enamorar ¡¡seguro¡
Trata de pensar pero sentimientos lascivos hacia Marcos y hacia David no lo dejan descansar. Humberto lo llena totalmente como amigo pero como amante/pareja necesita algo más.

Humberto se ha quedado dormido en seguida, Marcos entra sigilosamente en la habitación de su hermano. Le agarra el móvil y escribe un mensaje. Sonríe maliciosamente:
--Yo voy a acabar ese romance
Envía el mensaje. Luego lo borra y desconecta el celular. Vuelve a dejarlo en su sitio. Los ojos le brillan de rabia.

Emilio da vueltas por la cama. No puede dormir. Lo despierta el sonido de un mensaje. Agarra el celular. Es un mensaje de Humberto: No puedo dormir, ¿hacemos una locura? Te espero en la playa Frente a la estación. No tardes. Es una sorpresa, te gustará.
A Emilio no le gusta mucho salir de noche pero no quiere dejar solo a su chico. Llega a la playa. Con frío y está solo. Siente miedo. Lo llama. Se acerca a alguien.
--¿Humberto?
--No, soy yo.
Se sorprende al ver a Marcos. Le sonríe con una mirada pícara y tierna que lo derrite. Marcos le agarra la mano:
--Mi hermano te ha dejado plantado pero estoy yo
Marcos es muy galante. Siente que el factor desconcierto y el deseo que Emilio siente por él harán que caiga fácilmente en sus brazos.

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