Capitulo 19

Ha pasado dos semanas desde la última vez que Emilio vio a David. El domingo anterior no le dio la gana de ir al bar. Prefirió no tomar nada porque tampoco quiso ir a otro. La actitud de David la última vez que lo vio le dolió mucho, lo sintió como una humillación y no se lo perdonó. Emilio sintió que David no se merecía que fuera y deseaba que se diera cuenta que faltó porqué estaba dolido. Este domingo en cambio, Emilio no puede más.
--¡necesito verlo¡
Tiene muchas ganas de verlo pero también le pone nervioso porque no sabe con que se va a encontrar. Desde que conoció a David, Emilio ha sabido que el trabajo del chico era temporal y que en cualquier momento podía dejar de verlo pero le toma demasiado de golpe. Se queda helado al ver a una gorda montando la terraza. Ni David ni Yoli están.
--¡los han tirado a la calle¡ --murmura indignado.
Emilio está muy dolido. Ahora le sabe mal haber faltado el domingo anterior.
--¡él seguro que sí estaba¡ ¡¡hubiera sido nuestra última vez¡
Emilio siente una herida muy honda al pensar que no lo volverá a ver.
--pensé que nunca iba a ser eterno… que duraría para siempre…
Almenos confiaba que todo el verano pero aún queda mes y medio para que comiencen las clases.
--¿¿y ahora qué voy a hacer?¡
Piensa en la posibilidad que le hayan dado unos días de vacaciones. Se lleva la mano al pecho. Siente una gran angustia.
--Estoy seguro que no lo volveré a ver.
Una lágrima desliza por sus mejillas. Aunque David se ha portado muy mal con él le sabe mal que ya no trabaje, por David porque supone que le dolerá y por él mismo porque no sabe cómo hará para vivir sin él. Le gustaba eso de saber dónde podía ver al chico todos los días.
--ojalá esté equivocado y David vuelva al bar…
A Emilio lo devora la ansiedad. No se imagina su vida sin David. Cuando llega a su casa con su abuela, se encierra en su cuarto. Le habla a su osito:
--aunque es un borde y un antipático, me ha aportado mucho. Un verano que hubiese sido un rollo él lo ha llenado de alegría, me ha hecho vivir. Gracias a él he vivido momentos inolvidables. Ha sido una etapa bonita y me sabe mal que se haya acabado…
Se seca las lágrimas:
--pero no es una despedida… vivimos en la misma ciudad que tampoco es tan grande… En cualquier momento lo puedo ver… y quien sabe…
Aunque está convencido que David lo odia, el chico es y siempre será su ilusión más bonita. Aunque está seguro que es un imposible, nunca perderá la esperanza que su sueño se haga realidad.







David en realidad sólo ha logrado un día libre después de semanas de trabajar sin parar. Él ys su amigos se han ido a la piscina. Se tira con fuerza, nada, juega. Vive un día divertido olvidándose de todo. En el vestuario se pone enfermo. Sus amigos todos son feos y con ellos no hay peligro, pero alrededor hay demasiado chico guapo desnudo. A David se le van los ojos. Es que no sabe donde mirar. Donde mria a un chico guapo desnudo.
--¡esto es el paraíso¡ --murmura.
El amigo que está a su lado le dice sorprendido:
--¿¿qué miras tanto? Ni que fueras gay…
--¿¿es broma o qué? ¡¡yo soy más macho que todos juntos¡
Su amigo lo había dicho en broma pero el gran enfado de David le sorprende. Prefiere no decir nada. David está muy frustrado. Demasiado carne a su alrededor y sin ni poder tocar. Siente que sus amigos se están dando cuenta que es gay y eso es un primer paso para que lo sepan sus padres. Se imagina odio por su padre, desterrado de su familia, olvidado tal y como su tío y eso le da mucho miedo.
--¡A mí me encantan las mujeres y lo sabías¡
A David le da náuseas la idea de tocar a una mujer pero con tal que nadie hable de él saldría con cualquiera de las chicas que le van detrás.

estrella invitada: Felipe Colombo como el chico del culo bonito.

A David le toca salir a pasear al perro.
--pero ¿porqué yo? Es el perro de Carolina…
--sí pero tu hermana salió con un amigo –dice la madre.
--Será un novio… --protesta él.
El padre fulmina a su hijo con la mirada. David no dice nada más. Adora a su hermana pero siente celos que ella esté saliendo ya con un chico, siendo la menor, y él aún no se haya estrenado. Sale a pasear de mala gana. El perrito hace sus necesidades y David mira al frente. Hay un auto parado en el semáforo. Dentro dos jóvenes de veintipico. Fantasía pensando que son una pareja de novios y se excita. Se pone cachondo imaginándoselos a los dos desnudos dándose placer mutuo. Se pone aún caliente al ver que el que baja es un chico rubio guapísimo. Bueno la cara no se le ve bien pero el cuerpo es espectacular. Con una camiseta sin mangas negra y bien ceñida. Lo que mejor le ve es el trasero.
--¡Que culo… Es el Culo más guapo que he visto en mi vida…¡ ¡Es el Culo con mayúsculas, el culo del país¡
David se ha quedado totalmente hechizado por ese trasero. Lo mira y siente que va a enloquecer y si no puede romper ese trasero. En esos momentos daría su vida por poder gozar de ese cuerpo. El que conduce le dice algo y el Culo se inclina a la ventanilla.
--dime.
Se ve amable, atento. Se están cambiando el móvil.
--Seguro que se han conocido hoy y ya han jodido… ¡¡no me extraña¡ --piensa David.
David está muy encendido. Guapo y simpático, le gustaría meterse en la vida de ese rubiazo impresionante. Tiene ganas de ver ese trasero que le ha cautivado sin ropa. Los dos amigos están un buen rato parados. Luego el Culo cruza la carretera. Camina muy deprisa. David lleva al perro arrastras para seguirle el paso. Le encanta ver ese culo caminando.
--¡que culazo¡ --jadea cachondísimo.
David está cautivado.
--¡¡tiene un culo impresionante¡ ¡Cómo me gustaría joder con él en este mismo momento¡
David está ardiendo. Se toca el pantalón porque está muy abultado. El trasero en cuestión es muy pequeñito pero hace como dos montañitas perfectas en la parte de arriba y abajo es plano. David se viene cuando ve al rubio palpándose el trasero buscando sus llaves. Tarda en encontrarlas y David, detrás suyo, llega al orgasmo y le cuesta disimular. El chico vive cerca de la casa de David.
--¡Que me muera ahora mismo si ese culazo me coge¡
El Culo ya ha desaparecido pero David se ha quedado paralizado ante el portal.
--¡ojalá ese culo me diera una pequeña alegría¡
David está muy cachondo.
--¿¿¡cómo no lo había visto antes? ¡¡¡Es un chico guapísimo, sin duda el chico más guapo del barrio. Espero poder gozar más de él.
David vuelve a su casa más cachondo y frustrado que nunca.
--¿¿porqué no se me puede dar con ningún chico que me gusta?¿¿qué es lo que hay que hacer para joder? –se pregunta mientras se da una buena ducha helada.

Al día siguiente, Emilio recibe una sorpresa. Pasa por el bar y ve a Yoli como si nada. Su corazón salta de alegría.
--¡Falsa alarma¡
Está muy contento. Después del susto que se llevó el día anterior, le hace feliz la posibilidad de poder disfrutar de David un poco más.
--¡¡seguro que se queda todo el verano¡
Luego piensa:
--pero ya es mala leche que justo el día que me decido a ir él no estuviera… Espero que sea una casualidad, no que ahora no trabaje los domingos que es justo el día que a mí me va mejor. En la noche vuelve al bar, a las 8,30. Su corazón hace un brinco. Camiseta morada y pantalones azul marino. Muy elegante. Emilio lo ve entrar y quedarse en la barra del fondo. Emilio supone que David debe irse ya y entonces hace algo que siempre había tenido ganas. Va bajando para luego subir y encontrarse a David cuando baje como si fuera casualidad pero llega al bar a las 8,45 y David sigue atendiendo las meas. Lo ve de cerca. Su corazón se derrite. David no se cansa de lastimar pero Emilio ama a ese chico.
--¡es que me encanta¡ --murmura Emilio.
Tiene ganas de seguir yendo todos los días, de gastarse el dinero que no tiene.
--pero si ni siquiera es amable… Me tengo que resignar y verlo de lejos.
David le gusta mucho y le duele que no esté en su vida. Le produce mucha ansiedad, mucho dolor, mucha frustración.
--Es mejor dejar las cosas así… No quiero volver a lo de antes.
Decide que se tomará las cosas con calma pero le gusta tener a David controlado, saber almenos que lo puede ver siempre que lo necesite. Emilio tiene el corazón herido. Si le sobrara el dinero no dudaría en gastarse lo que fuera pero viviendo de la pensión de su abuela, que se tiene que sacrificar para que el chico vaya a la universidad:
--no puedo seguir hacer estupideces.