lunes, 8 de febrero de 2010

Capitulo 37




Humberto se levanta. Lo primero que hace es conectarse al Chat.
--¿cómo estás cariño?
Empieza a desnudarse. Siempre con la webcam encendida para dar los buenos días a Emilio.
--¿cari?
Le sorprende que Emilio aún no se haya conectado. Se da una ducha. Entra en la habitación tirando la toalla. Va al ordenador.
--¿aún no? Se habrá dormido.
Busca su celular. Le sorprende ver que está apagado.
--Se acabaría la batería…
Lo enciende y ve que funciona.
--que raro… Nunca lo apago…
Pero no piensa en nada. Supone que Emilio se ha dormido y lo llama. Emilio está sobre la cama. Llorando. Se siente como el día después de una borrachera. Siente que ha echado a perder su vida. La humillación a la que le ha sometido Marcos ha sido mortal. Marcos le ponía cachondo. Ha disfrutado mucho de su cuerpo pero no es lo que esperaba para su primera vez. No esperaba que lo dejaran en bolas después, que lo golpearan. Todo es demasiado, quisiera no levantarse. Humberto ha sido tan especial para él que le duele haberle fallado. Llora. Su abuela entra.
--¿¿qué es lo que te pasa?
-No, me pasa nada yaya. No me siente bien. Hoy no voy a salir.
La anciana se sienta en la cama.
--¿porqué no me cuentas?
Emilio carga su rabia y su frustración hacia quien más lo quiere.
--¡que no me pasa nada…¡
La anciana se levanta.
--¿es por ese chico?¿qué te hizo?
--¡que nada¡
Aunque no le dice nada, ella sabe que es por Humberto pero no imagina que su nieto es el culpable de lo que pasó.
--¿y qué le digo cuando venga?
--¡No quiero verte¡

La anciana recibe a Humberto a la defensiva. Siente que él es el culpable de lo que le pasa a su nieto. Humberto sonríe cuando le abren la puerta.
--perdone, pero supongo que Emilio se quedó dormido porqué…
La anciana no le deja continuar.
--¡Emilio no irá a clase, no se encuentra bien¡
Humberto se preocupa. Quiere entrar pero le sorprende al ver que la abuela de su novio le prohíbe la entrada.
--¡mi nieto no quiere verte¡
Humberto se lleva las manos a la cabeza. Empieza a desesperarse. Todo iba muy bien entre Emilio y él. No entiende porque de repente Emilio no quiere verlo y porqué la abuela lo trata de esa manera.
--¡pero algún motivo tiene que haber¡
Como si lo estuviera culpando de algo, la mujer le dice:
--Tú sabrás lo que le hiciste anoche…
--¡todo estaba bien… si hablamos por el Chat¡
--¡A mi no me tomes el pelo¡ ¡¡cuando se vieron en la madrugada¡ ¡¡volvió desnudo¡ ¡¡lo asaltaron¡
Humberto se preocupa.
--¿¿qué le pasó a Emilio?¡ ¡¡yo no estaba con él¡
No le creen. Le cierran la puerta sin darle más explicaciones. Humberto da una patada a la puerta.
--¿¿¡qué demonios está pasando?
Se queda solo en clase. Mirando la silla vacía de su novio. Poniendo mensajes. En la tarde se conecta pero Emilio no da señales de vida. Marcos entra en la habitación de su hermano. Con burla le dice:
--¿No viene tu novicieto hoy…?
--¡déjame en paz¡
--seguro que encontró otro mejor que tú… --dice Marcos riendo.
Humberto echa a su hermano de la habitación y cierra el cerrojo.
--¿¿qué está pasando?
Está pendiente del Chat. Le ha mandado muchos mensajes suplicando una respuesta. Humberto está muy angustiado. Marcos tiene escondida bajo su cama la ropa que le robó a Emilio. Sonríe, es como un trofeo. Una victoria contra su hermano. Esconde de nuevo la ropa y sale de su casa.



David está en su casa. De la manera en la que tocan sabe que es Marcos. Es muy insistente. David devora con los ojos a ese chico tan guapo. Le gusta mucho y no olvida que fue suyo, que se acostaron juntos, que conoce todos los secretos de su cuerpo. Marcos ha sido su única y su primera vez. El recuerdo de ese momento aún le produce placer. Verlo lo llena de ansiedad. Está deseando que llegue su segunda vez. Marcos le da un empujón.
--¡quítate, imbécil¡
A David le excita aún más la dureza del único chico con el que se ha acostado. Marcos lo trata como si David fuera su asistenta.
--¡no te quedes ahí parado¡ ¡¡avisa a tu hermana¡
David no le saca los ojos de encima a su cuñado. Le encanta su anatomía.
--Carolina está en la ducha… Ahora sale…
A Marcos le incomoda la manera en la que lo mira el chico. Es muy agresivo.
--¿porqué me miras así? ¡¡no me mires así¡¡
Se han acostado juntos. David siente que tiene derecho a mirarlo como quiera.
--¿porqué me haces esto? ¡Yo estoy deseando estar contigo¡
--¡¡y a mi que me importa lo que tú quieras¡
Marcos lo trata como si no hubiera pasado nada. David siente el placer en su cuerpo, el recuerdo lo excita. Sino pensaría que lo soñó.
--Tú me estrenaste… Sé que gozaste… tú y yo…
David no puede acabar la frase porque lo agarra del cuello.
--¡¡tú y yo nada¡ ¡¡yo no soy como tú¡ ¡¡yo no soy maricón¡ ¡¡a mí me encantan las mujeres¡ ¡¡no vuelvas a repetir ese disparate¡
David le da un empujón a Marcos. Se le enfrenta.
--tú eres tan gay como yo… Almenos yo no tengo novia…
Marcos se le tira encima y entre los dos comienza una dura pelea. Sale Carolina.
--¡¡¿PERO QUE ES ESTO?¡¡QUÉ HACEN?
Los dos cuñados se miran con rabia.
--¡comenzó tu hermano¡ ¡¡me odia porqué hace tiempo le robé una chica¡
--¡eso no es verdad¡ --David.
Carolina se pone del lado de Marcos. Enojada con su hermano.
--¿¿porqué me haces esto?
Carolina acaricia a Marcos.
--tu hermano es malo… inventaría cualquier cosa para separarnos… --le dice Marcos.
David intenta hablar pero Carolina no le deja.
--¡olvídate de nosotros y te voy a odiar toda la vida¡
Carolina se va abrazada a su novio. Marcos se gira y mira burlón a David que se queda solo y furioso. Está molesto porque se ha quedado con las ganas de volver a estar con Marcos y además le duele que Marcos esté engañando a su hermana y se haya burlado de él.

Por otro lado, Nicolás de nuevo se encuentra en la biblioteca. Suspira por Adrián. Cada día se pregunta lo que le pasa con este chico y no lo entiende.
--¿pero qué me ha hecho este chiquillo?
Nicolás lo mira y no le encuentra nada de especial pero se le ha metido muy a dentro. Adrián desaparece. Nicolás se deprime. No tiene ganas de hacer nada y opta por salir a dar una vuelta. Cuando vuelve, Adrián está en un ordenador. A Nicolás le toca lejos de él. Le cuesta verlo pero cuando lo mira lo ve insignificante. Se siente solo. Ese amor por un adolescente que sabe que nunca tendrá lo tiene muy ansioso.
--tengo que olvidarlo.
No tiene ganas de hacer nada.
--¡es que esto no llega a ningún lado¡
Pero tiene al amigo feo de Nicolás justo detrás. Se excita al pensar en el día que lo tuvo justo detrás. Le atrae la idea de volver a tenerlo cerca pero tiene ganas de irse. Ve a Adrián y no entiende qué le ve. Decide irse.
--¡tengo que parar todo esto¡
Luego en su casa. Se hunde. Se deprime. Le da rabia haber perdido la oportunidad de tenerlo detrás. Está deseando volver a verlo.
--Es bien cierto… este Adrián me ha trastocado…

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