Webnovela imaginaria inspirada en Adrián Rodriguez y Mario Casas. ESTO NO ES UNA TELENOVELA DE VERDAD... LAS PERSONAS MENCIONADAS NO TIENEN NADA QUE VER CON ESTE PROYECTO, SOLO INSPIRAN LA WEBNOVELA
viernes, 5 de febrero de 2010
Capitulo 6
Como es su costumbre, Emilio pasa el día pensando en David. Pensaba que trabajaba en la noche pero no en la tarde. El día anterior ha visto que se iba a las 20,30. Piensa en que en algún momento en la tarde debe estar trabajando.
--¡no debo ir¡ ¡¡no debo ir¡
Emilio sólo vive para estar pendiente de David pero en la medida de lo posible no desea que en el bar se den cuenta. Por un lado le gustaría que David supiera lo importante que es para él pero también le da miedo.
--¿y si se siente acosado?
A Emilio le preocupa lo que pueda pensar David si se da cuenta que está todo el día espiándolo.
--¿y si piensa que estoy loco?
Mira a su oso y suspira.
--Mentira no es, claro que estoy loco ¡¡por él¡
Emilio da un salto en la cama. Mira el reloj. Que lentas pasan las horas cuando están lo separan de su amado.
--debo esperar, a la hora que salga… Me puedo hacer el encontradizo y estar un rato con él.
A Emilio le gustaría mucho hacer esto pero sabe perfectamente que no se atreverá. A las 7 de la tarde ya no puede más.
--¡yo voy a verlo¡
Siente que el corazón se le va a salir por la garganta.
--¡¡es él…¡ ¡¡es él¡
Brinca cuando está enfrente del bar y lo ve salir a David. Es tan guapo y le gusta tanto. Verlo supone siempre un fuerte impacto para Emilio. Lo ve salir con la bandeja, luego ya lo pierde de vista porque hay demasiado gente.
--mejor vuelvo Más tarde.
No quiere que se note que está tan al pendiente de él y bueno. Resopla.
--Lo he visto un rato más.
Con eso se conforma y se va pero con la intención de volver al rato.
Quien también vive en la distancia es Nicolás. Su poco agraciado físico lo ha amargado y vive encerrado en él. Sólo tiene sexo porque paga por él y eso le amarga aún más. Le encantan los chicos guapos y más jóvenes que él. Le gusta ir a la biblioteca porque está lleno de estudiantes y guapos en general. Está al pendiente de los chicos guapos.
--¡Mira, ahí está el moro que me gusta¡
Es un chico moreno. Muy guapo. Se ve delgado pero musculoso. Lleva una camiseta estrecha y se le remarcan los pezones.
--¡lo que daría yo por encontrármelo en el lavabo si no puede tener nada con él pues almenos saber como tiene la verga¡
El chico tiene a Nicolás muy cachondo y más cuando se le ven los calzoncillos. Son verdes oscuros a rallas.
--¿es que no se los cambia nunca? Ya es casualidad que siempre que lo veo lleva esos… --dice para sí.
Nicolás lleva toda la tarde pendiente de un adolescente que le ha enfermado. Aunque los jovencitos son sus favoritos nunca se había sentido atraído por un adolescente. El chico recién debe tener los 16 años. Es guapo, con la cara llena de granos pero a Nicolás le pone cachondo. El chico es muy sociable, se levanta y se acerca a uno y a otro. Conoce a varios chicos de los que están en esa misma sala. Da apretones de manos a chicos, besos a las chicas. Se le ven mucho los calzoncillos, muy pegados a su tierno cuerpecito y eso es lo que ha encendido el deseo de Nicolás.
--¡qué sexy que debe ser sin pantalones¡ --dice para sí Nicolás bien cachondo.
Nicolás se muere por encontrarse a ese adolescente en el lavabo:
--¡a lo mejor tiene ganas de sexo y él si me deja…¡ --piensa Nicolás.
Se conforma con estar a su lado, con verle haciendo pis.
--¡aunque sí le veo la verga mejor¡
Nunca ha estado con un chico tan joven y le atrae saber qué tal debe estar de atributos. Ver a ese jovencito le crea ansiedad. Se mueve mucho y Nicolás se sobresalta pensando que pueda ir al lavabo. Se ilusiona al verlo cerca de la puerta y se decepciona cuando no entra. El chico se levanta y se va hacia el fondo. Nicolás le tiene muchas ganas a ese jovencito y no soportaría que fuera a otro lavabo que hay en esa parte así que se levanta y sigue al chico. Eso es algo que nunca había hecho. Ha seguido a muchos chicos al lavabo pero nunca los había perseguido para ver dónde iban pero es que ese chico le ha removido algo por dentro. Le gusta especialmente. No entiende bien porqué ya que no es lo que se dice guapo pero algo lo arrastra hacia él. Ve como el chico se saca algo para comer de una máquina que hay al lado de los otros lavabos. El chico vuelve a la sala en donde lo ha conocido Nicolás, hay que bajar unas escalones y luego vuelve a subir y ya baja a otra planta. Nicolás se entristece pero sí ya le parece excesivo seguir al chico por todo el centro, Al cabo de un rato ¡¡Vuelve a donde está Nicolás¡ El hombre que el corazón se le va a salir por la garganta. Se sienta con un chico con el que ya ha estado bastante rato. ¡¡Y va al lavabo¡ Nicolás no lo duda. No sabe si tendrá suerte pero lo sigue. Le pone cachondo verlo en el urinario. Tan tierno, tan joven con su herramienta urinaria entre las manos. Está muy separado y Nicolás se pone a su lado seguro que hará bingo y podrá saber cómo tiene el chico la verga. Bueno no se la ve pero sí descubre que la tiene pequeña o almenos del tamaño de la palma de su mano ya que la tiene muy agarrada de una mano y no se le ve nada.
--bueno, no se puede tener todo –piensa Nicolás.
Igual le gusta estar al lado del chico, paso un rato agradable a su lado.
Son las 20,20 Emilio está delante del bar donde trabaja David. Se sienta en el banco que hay enfrente. Lo ve limpiar una mesa. Una chica le pregunta algo. David mira al reloj y hace gestos con los dedos de que le falta poco.
--si que le hacen apurar bien el tiempo –piensa Emilio.
Emilio no sabe si David siempre saldrá a la misma ahora.
--Yo pienso que alguna noche se debe quedar…
Pero el entretenimiento es muy bueno. Emilio está enganchado a ese chico y no tiene prisa en irse. Lo ve en una mesa de muchos chicos tomando nota. Bueno sin tomar nota, se lo aprende de memoria. Luego va señalando a cada uno para confirmar. Se le ve con prisas. Emilio lo va mirando. En la barra, agarrando unos helados… Sale con todo en la mano. No lleva bandeja. Una bebida y un cucurucho en una mano y dos vasitos de helado en la otra mano. Tiene que pedir ayuda a los de la mano para que tomen cada uno sus cosas.
--Este tío tiene dominio porque llevar todo eso en la mano… a mí se me caería todo –va pensando Emilio—pero no sé si es demasiado correcto eso de pedir a la gente que lo vaya ayudando.
Luego Emilio se fija como David habla mucho rato con una camarera señalando las mesas. David le va explicando todo lo que ha servido. Ella se lo apunta pero es demasiado lenta y David no tiene espera. Lo apunta él mismo. Le hace gestos de que se tiene que cambiar. Se va rápido. Son exactamente las 20,30. Emilio ve como entra en el almacén ya sacándose la camiseta por fuera del pantalón. Eso le pone muy cachondo. Se lo imagina muy sexy sacándose la camiseta antes de llegar a donde sea que se desnude. A Emilio le excita mucho saber que ese chico que tanto le gusta está en algún lugar de ahí dentro luciendo cuerpazo en calzoncillos.
--¡estará muy sexy¡ ¿¿serán de lo que les queda todo apretado¡ ¡¡seguro que sí¡ --piensa Emilio.
Hay mucha gente en el bar.
--¡espero no perdérmelo cuando salga¡
Sale en ese momento. Emilio siente que el corazón se le va a salir por la garganta. David agarra un cigarro y Emilio suspira.
--¡¡que guapo, que guapo¡
Sale fumando. Lleva una mochila. De hecho se le pierde entre la gente antes que Emilio reacciona. Desaparece. A Emilio le hubiera gustado pasar entre la gente, acercarse a él, saludarlo pero es posible que David lo haya visto sentado y entonces si hace el que lo encuentra por casualidad no va a colar. A Emilio David le gusta mucho pero no quiere agobiarlo, hacerse pesado, imponerle su presencia más de lo que lo hace. Va a su casa contento de haberlo visto y feliz porque:
--¡mañana más¡
David está cansado. Va hacia su casa rápido. Por su lado, yendo hacia el otro lado, ve a un rubiazo impresionante. Se le pone durísima sólo al ver a ese chico. Es guapísimo, de vintipocos años. Delgado. De su misma estatura, bajito. David se estremece cuando el guapo pasa por su lado. Es tan guapo que le duele pensar que no lo va a volver a ver. Se gira y se le van los ojos tras el trasero del chico.
--¡que culo¡
Es pequeño pero se le hacen unas arrugas muy sexy.
--¡Es un delito dejarlo ir¡ --dice David para sí.
Quisiera atreverse y lanzarse. Acostarse con ese chico en el primer lavabo que encuentre. Siente ganas de vivir el sexo. Necesita un hombre a su lado quien le descubra todo…
con la colaboración especial de Pablo Rivero
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