lunes, 8 de febrero de 2010

capitulo 28





Emilio está muy triste y así se lo hace saber a su osito:
--Ahora sí el guapo de los helados ha pasado a la historia.
Hace días que ya no está ni él ni ninguna de las chicas. La temporada ha acabado y la jefa está sola. Emilio siente una punzada en su pecho. Unas lágrimas asoman su mejilla:
--Ya no lo volveré a ver nunca más.
Almenos comienza el curso y eso lo anima un poco.




Emilio comienza en la universidad. Entre con la cabeza agachada. No se relaciona con nadie y siempre que oye reír a sus espaldas piensa que es por él. Se sienta solo en un rincón. En seguida un chico se acerca a él.
--¿Me puedo sentar?
Emilio lo mira sorprendido. Hay sitios libros, no entiende porque alguien se quiere sentar con él. Se encoje de hombros.
--claro murmura.
El recién llegado se muestra amistoso. Se sienta al lado de Emilio.
--Lo digo porque a lo mejor esperabas un amigo.
Emilio habla nervioso. No está acostumbrado a relacionarse con la gente. A veces más que entenderse se le intuye. El otro chico sonríe mucho. Emilio le despierta mucha ternura.
--No, no tengo amigos.
El recién llegado extiende su mano:
--Pues ya tienes unoMe llamo Humberto José.
--Tienes nombre de telenovela --dice Emilio con cierta timidez.
Humberto sonríe. Es muy amable:
--Me puedes llamar Humber, o Humberto José es por mi padre y asi nos distinguimos.
Emilio está tan sorprendido de que alguien le hable, está tan acostumbrado a su soledad que ni le dice su nombre. Humberto, muy divertido le dice:
--¿y tú? ¿es que no tienes nombre?
--Emilio Me llamo Emilio
Humberto lleva un buen rato con la mano extendida. Emilio finalmente encaja su mano con la de Humberto. Éste acaricia la mano de Emilio con la mano libre:
--espero que seamos muy buenos amigos --dice Humberto.
Emilio actúa nervioso. Comienza la clase. Humberto lo mira constantemente. Le gusta Emilio. Le llena de ternura. Le hace gracia su inocencia, su miedo. Su torpeza. Todo se le cae. A Emilio le pone nervioso que Humberto lo mire tanto. Cualquiera diría que quiere con él. Emilio no lo ve posible. Aunque Humberto no es un chico especialmente espectacular no está nada mal. No ve porque alguien como Humberto va a estar interesado en él. Esa primera mañana de clase comienza ya con un trabajo que deben entregar esa misma semana. Mientras se levantan de sus sillas, Humberto le dice:
--Comienza fuerte ¿lo hacemos juntos?
--bueno --tímido.
--¿te vienes a mi casa?
--si no te molesto.
Aunque Humberto no es su tipo de hombre, hace mucho que no tiene un hombre cerca, que no lo tratan bien y eso le gusta. Tiene miedo:
--seguro que a la sepa que soy gay se asusta y se va --piensa Emilio.
--No claro me gustará
Aunque no viene a cuenta, Emilio quiere que lo sepa por él:
--No sé si te gustará igual cuando sepas que soy gay.
Humberto le sonríe cariñoso:
--Te he pedido que vengas a mi casa para hacer un trabajo. No para acostarme contigo
Emilio agacha la cabeza:
--si claro
Humberto sonríe. Emilio no se da cuenta pero le gusta el chico. Tras esas gafas, ropas y peinado muy anticuado se encuentra un chico guapo que Humberto quiere descubrir.


Emilio llega muy nervioso a casa de Humberto. Las veces que ha ido a casa de un compañero en toda su vida se cuentan con los dedos de una mano. Humberto sale a recibirlo:
--¿te ha costado encontrar la casa?
Emilio aún se muestra tímido:
--un poco
Es una casa grande con jardín. Justo en las afueras.
--pero no estés nervioso Somos amigos ¿no?
A Emilio le cuesta arrancarse pero no quiere parecer un tonto ante Humberto. Trata de sacar un tema para hablar con él.
--Es bonita tu casa
--Luego te la enseño
Humberto va hablando como si se conocieran de toda la vida y Emilio lo va escuchando. Poco a poco se va sintiendo más a gusto en la compañía de su nuevo amigo. Van entrando a la habitación de Humberto pero otro chico, muy guapo se cruza en medio. Los separa de un empujón. Se muestra burlón:
--¿Este es el nuevo imbécil con el que te quieres acostarte? Si que estás desesperado, antes tenías mejor gusto
Emilio agacha la cabeza. Humberto mira al que los ha interrumpido molesto:
--déjanos, Marcos.
El chico habla burlón. Mira a Emilio.
--Perdona no es nada personal pero es que estoy harto que mi hermano traigo chicos que si para hacer un trabajo y se acueste con ellos.
Emilio mira perplejo a Humberto que no le quiere dar importancia a los comentarios de Marcos que va desapareciendo por el pasillo riendo.
--No le hagas caso a mi hermano tiene 22 años pero parece de 13.
A Emilio lo que le ha llamado la atención es lo que Marcos ha dicho de la sexualidad de su hermano. Si nunca ha tenido un amigo, jamás ha estado con otro chico gay. No sabe exactamente que es lo que Humberto pretende de él.
--¿eres gay?
--Importa eso?
--No mucho pero No sé ¿es que no has salido del closed?
Humberto se muestra muy afectuoso:
--Sí, soy gay. Mis padres y mis amigos lo saben todos. Si no te lo dije es para que no pensaras que te traje aquí para ligar contigo
Dice eso pero en sus ojos se lee lo contrario. Emilio no se da cuenta.
--si claro No te ibas a fijar en alguien tan feo como yo
--pero quien te ha dicho esa tontería Eres guapo muy guapo
Emilio se ríe:
--el que necesitas gafas eres tu
Humberto le sonríe. Le agarra de la mano. Le saca las gafas. Lo despeina:
--Mírate ¿no ves que eres guapo?
--No es que vea muy bien sin gafas --tímido.
Humberto le da un golpe en el brazo muy amistosamente:
--venga vamos a trabajar

La habitación de Humberto es amplia y dividida en dos partes. El dormitorio y el estudio con una gran mesa. Trabajan los dos juntos. Emilio es muy aplicado. Tiene un lápiz en la oreja y Humberto se muere por besarlo pero teme que el chico salga huyendo. Y después de los comentarios de su hermano no le parece buena idea así que se concentra. A Emilio le tensa un poco que Humberto esté tan pendiente de él:
--¿es que me pasa algo?¿qué tanto me miras? Emilio nervioso.
--Nada, que me caes bien
Emilio sonríe tímidamente. No sospecha nada porque no piensa que nadie lo pueda ver con ojos sexuales. Esa sonrisa tímida enloquece a Humberto.

Emilio va todas las tardes a casa de Humberto. Ambos lamentan cuando al finalizar la semana entregan el trabajo. Humberto porque quería conocer más a Emilio antes de confesarle sus sentimientos y a Emilio porque piensa que él y Humberto no serán tan amigos.
--¿te vienes a mi casa como siempre?
--Ya hemos acabado el trabajo --Emilio sorprendido.
--¿es que no te gusta estar conmigo?
--claro.
--Pues te espero No me falles Te quiero comentar algo
Humberto se aleja y Emilio se lo queda mirando sorprendido. Humberto se gira y le guiña el ojo.

Emilio llega nervioso a casa de Humberto. Éste lo espera con una rosa. Emilio la agarra sin comprender.
--Es mi manera de decirte que me gustas, que quiero que salgamos juntos, que seamos algo más que amigos
Humberto no quería ser tan rápido pero es que Emilio le gusta mucho y siempre ha ido más bien a saco. Emilio no dice nada. Humberto no se resiste y lo besa. Emilio está al borde de un infarto. Es un beso breve. Marcos les da un empujón. La rosa cae al suelo y Marcos la pisa.
--Siempre con el mismo truco para tirarte a un pobre imbécil ¡a ver si cambias de táctica¡

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